lunes, 14 de noviembre de 2011

Abríle la cabeza para que salga del corazón.





Porque dicen que una cosa es sentir con el corazón y otra con la mente, no sé.
Y uno siempre está perdidamente enamorado hasta que deja de estarlo y asegura que no, que al final no era para tanto pero que si, que fue lo más fuerte hasta el momento.
Y que no se enamora de nuevo tan rápido, que en realidad no es comparable porque es otra persona y el tiempo y el pasado y todas esas excusas que intentan explicar algo tan simple como la necesidad de descartar cosas de tu vida que hacen mal para llenarla de cosas que hacen bien.


Y bueno, me encontré razonando acerca de la obsesión, de la estúpida e incoherente idea que tuve cuando creí que se podía poseer a alguien porque si, porque el amor y los celos, y el amor sin los celos. Y los celos porque sí y que el amor podía ser así, por qué no?




PORQUE NO.




Y cómo que no si eso era amor! Y sino, ¿Qué era? ¿La obsesión viene de la mente o del corazón? La horrenda sensación de pérdida constante, de algo que corre y corre y se te va de las manos pero que cuando vuelve viene con mariposas en la panza, los pies y los bolsillos. Y ya no importa que se vaya porque ahí es lindo mirar al techo y reír, imaginar.. no sé... caramelos y chocolates con almohadones de pluma por todos lados, y colores.. Ah! El amor.




El mismo amor que te hace imaginar esas cosas que no son y que te obligan a buscarlas hasta el cansancio, hasta la obsesión y el llanto inmaduro de desesperación patética que supone que alguien te pertenece, no solo alguien sino su mente, cuerpo, pensamiento. JA!




El caso es que, de repente, me vi como mirándome desde afuera y entendiéndolo todo. No sé si por cansancio, madurez o quien te dice, falta de amor. Pero es diferente.






Y por alguna razón que desconozco (y no quiero descubrir) es mas profundo. No es amor, y aún así es más lindo. Y no hay mariposas en la panza, pero las risas vienen con las cosquillas de verdad, y así es mas divertido. 
No hay superficialidades imaginarias e incoherentes y ni siquiera corazonadas o situaciones en las que te sorprendés a vos misma con un nudo en el pupo por estar pensando en él. Eso no está. Nunca estuvo.
Hay un montón de miradas sin necesidad de acompañarlas con el roce de la mano o del pie o del beso. Hay silencios sin ningún sentido que tampoco llevan a nada, pero que hasta duermen de tanta paz.
No es amor, es otra palabra que no existe. No hay ni siquiera compromiso.




Descubrí algo nuevo y si el amor viene del corazón, ésto seguro que viene de la cabeza.
O viceversa.








¿Por dónde se siente cuando se siente lindo y libre?


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